Enfermedad periodontal
Esta disciplina aborda la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de todas las manifestaciones de enfermedad periodontal (enfermedades de las encías y el hueso alveolar subyacente). Las principales enfermedades son la gingivitis (inflamación y sangrado de la encía) y la periodontitis (donde ocurre la destrucción del hueso que soporta los dientes). La gama de opciones de tratamiento va desde la corrección de la técnica de higiene para un mayor control de la placa bacteriana, hasta la eliminación de los factores desencadenantes de la misma (cálculos dentarios o sarro, o bolsas periodontales).
Las enfermedades de las encías son muy frecuentes: hasta el 40 % de los adultos padecen algún tipo de periodontitis. Las periodontitis son el resultado de gingivitis que no se han tratado.
Los problemas de encías NO DUELEN en la gran mayoría de los casos, y lo único que puede alertar al paciente es alguno de estos síntomas:
- Sangrado de encías (en el cepillado, al comer o incluso espontáneamente).
- Mal aliento (halitosis).
- Mal sabor de boca.
- Sensibilidad dental (sobre todo con las cosas frías).
- Encías inflamadas.
- Movilidad dental.
- Retracción de encías: exposición de la raíz del diente o dientes largos.
A veces, estos síntomas se ven camuflados por el tabaco, el cual produce vasoconstricción y camufla los signos de la inflamación. Por eso, si usted fuma, le aconsejamos que se realice un estudio periodontal para descartar cualquier problema de encías antes de que sea tarde.
Es necesario realizar un tratamiento de periodontitis para evitar mayores problemas en las encías y los huesos que sujetan los dientes, evitando así la posible pérdida de dientes y otros efectos de la periodontitis sobre la salud.
Antes de comenzar el tratamiento realizaremos una visita de estudio donde se lleva a cabo un registro de la pérdida de hueso que presenta cada diente mediante un periodontograma, y tomaremos una serie de radiografías que nos ayudarán al correcto diagnóstico y plan de tratamiento del paciente. En determinados casos también realizamos un análisis microbiológico de las bacterias de la boca. Uno de los datos que registramos es cómo se cepilla el paciente y dedicamos un extenso tiempo a enseñarle a cepillarse mejor, el objetivo de realizar este registro es poder comparar a lo largo del tiempo cómo evolucionan la higiene y las bolsas periodontales tras el tratamiento. Para afianzar los resultados en la técnica de higiene, reforzamos las instrucciones en cada visita.
La primera parte del tratamiento consiste en la eliminación del cálculo que existe por debajo de la encía mediante curetas y ultrasonidos, lo que se conoce como raspado y alisado radicular o fase básica. Este tratamiento se realiza bajo anestesia y no debe ser molesto para el paciente ni durante ni después. Aproximadamente un mes y medio después de haber realizado la fase básica hacemos una reevaluación para analizar la respuesta al tratamiento. En caso de que mediante la fase de raspados hayamos sido capaces de eliminar el sarro que había bajo la encía y el paciente no presente bolsas periodontales profundas ni sangrado, el paciente pasará a fase de mantenimiento, que por lo general se realiza cada 6 meses. En caso de que en la reevaluación siga habiendo localizaciones con cálculo profundo (esto suele ocurrir cuando el raspado y el alisado no han sido suficientes para eliminar todo el sarro presente, normalmente bolsas de más de 5-6 mm de profundidad, en las que no podemos acceder), será necesario realizar una fase quirúrgica en la que se procede a levantar ligeramente la encía para limpiar la raíz en su zona más profunda. En algunas situaciones somos capaces de regenerar el hueso perdido mediante la aplicación de diferentes productos en el fondo de los defectos óseos. La fase quirúrgica también se realiza bajo anestesia y no suele producir grandes molestias ni inflamación. Una vez controladas estas localizaciones mediante cirugía, el paciente pasará a la fase de mantenimiento periodontal.